sábado, 14 de junio de 2008

Paseo POr el AMAZONAS!!

1.DIA-Vuelo Bog – Let - Arribo aeropuerto - Traslado hacia el hotel Takana o similar de acuerdo a disponibilidad- Almuerzo restaurante Tierras Amazónicas- City tour por Leticia y Tabatinga- Cena restaurante Tres Fronteras en Tabatinga Brasil- Show de danza tradicional Brasileña
2 DIA- Desayuno en el hotel- Salida hacia la isla de los micos- Caminata- Canotaje por los lagos- Almuerzo- Actividad de Canoppi- Regreso a Leticia - Cena en el Hotel Takana- Actividad los curanderos de la selva (charla con chaman)
3 DIA- Desayuno en e l hotel- Salida hacia la reserva de Marasha (Perú)- Caminata ecológica (1 hora)- Almuerzo - Recorrido en canoa por los lagos- Cena - Salida nocturna en canoa para ver caimanes- Acomodación en camas o hamacas
4 DIA- Mañana de pesca artesanal en el lago- Desayuno en la reserva- Salida hacia el PNN Amacayacú- Mascotas de la selva - Vista a la comunidad de los Yaguas - Artesanos del Amazonas – Exposición de artesanía indígena en la comunidad Ticuna de Macedonia- Almuerzo en el parque Amacayacu- Ruta de los delfines- Vista a Puerto Nariño- Vista los lagos de Tarapoto zona de delfines rosados y grises- Regreso a Leticia, alojamiento hotel Takana- Cena
5 DIA- Desayuno - Tiempo Libre para compras en Leticia- Traslado hacia el aeropuerto- Vuelo hacia Bogotá

VALOR DEL PLAN
Valor de la tarifa NETA porción terrestre es de $ 1.876.000 mas imp tk. Fechas de salida Marzo 19 al 23
EL PLAN INCLUYE.
- Tiquetes aéreos - Alimentación completa - Alojamiento 3 noches en el hotel Takana (Tabatinga) y 1 noche reserva Marasha en el Perú- Transportes fluviales y terrestres - Todas las actividades descritas- Tarjeta de asistencia médica- Guía experto en selva y bote de turismo - Agua y fruta para las salidas de río
EL COSTO NO INCLUYE
Tarjeta de Ingreso a Leticia $ 14.600, Gastos Personales, Bebidas, Llamadas, Lavandería, Servicios No descritos en este Itinerario.







Rutas Putumayo


CAMINATAS
Caminata, es la actividad que realiza un visitante o turista sobre senderos bordeados de un entorno natural y/o rural. Es en el presente la actividad mas representativa del ecoturismo. Las caminatas se realizan con el propósito de recrearse en el tránsito de parajes naturales y/o ruralres (1).

EQUIPO NECESARIO PARA SALIDAS DE UN DIA
Morral pequeño
Botella de agua de 1 Litro
Almuerzo liviano (Ej. Emparedado )
Sombrero o cachucha
Ropa de Cambio
Bloqueador solar
Calzado cómodo, con buen agarre y preferiblemente que proteja los tobillos
SERVICIOS INCLUIDOS
Transporte (cuando sea necesario)
Servicio de guías certificados en Primeros Auxilios por Cruz Roja Colombiana
INVERSIÓN
El valor por participante o grupo de participantes depende de la caminata a realizar.
CAMINATAS
Algunas de las caminatas que inicialmente propone Territorio Putumayo son :
Región Shantojóa
Salto de Hornoyaco
Cañon del Mandiyaco
Rio Pochayaco - Salto del Churumbelo
Salto de Dantayaco
Salto del Indio
CEA - Centro de Estudios Amazónicos
Regíon Tabanoca
Nudo de Quindicocha






Vias de Comunicacion -Putumayo


VIAS DE COMUNICACIÓN

Los caseríos y pequeños poblados están situados a orillas de los ríos que son utilizados como principales vías de comunicación. Cuenta con dos puertos fluviales de importancia, uno en Puerto Asís, el cual movilizó (1994) 86.865 pasajeros de salida y 84.924 de llegada, asó como 71 embarcaciones mayores y 600 menores de salida y 74 embarcaciones mayores y 458 menores de entrada; el otro, Puerto Leguízamo, movilizó 81 pasajeros de salida y 12 de entrada, así como 21 embarcaciones mayores y 563 menores de salida y 22 embarcaciones mayores y 263 menores de entrada. El Departamento solo cuenta con una carretera que une a Puerto Asís y Mocoa con el interior del país; otro pequeño tramo de carretera aparece en plena selva entre Taquín y Puerto Leguízamo, que une los ríos Caquetá y Putumayo; existen 4 aeropuertos, uno en Puerto Asís, que movilizó (1994) 16.288 pasajeros de salida y 15.293 de llegada, así como 518 toneladas de carga de salida y 141 toneladas de llegada; otro está ubicado en Orito, otro en Puerto Leguízamo y uno que se encuentra no habilitado en Villagarzón.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Amazonas Colombiano: Amacayacu






El Parque Nacional Amacayacu es una de las máximas atracciones de la amazonía colombiana, donde el turismo se practica en medio de humedades, animales salvajes e incertidumbres propias del trópico.

GUÍA PRÁCTICA

DÓNDE DORMIREN LETICIAHOTEL TICUNA http://ventasnacionales@decameron.comT. (571) 628 0000 Desde 95 dólares por pareja.EN EL PARQUE AMACAYACUEn maloca privada: 56 dólares por pareja en temporada baja; 68 dólares en temporada alta.En litera: 31 dólares por persona en temporada baja, 38 dólares en temporada alta (estos precios incluyen desayuno y comida). Más información en http://www.concesionesparquesnaturales.com/QUÉ COMERLa gastronomía de la región está compuesta principalmente por pescados como la gamitana, el pirarucú, el dorado y el tucunaré. También existe una gran variedad de frutos silvestres como el copoazú, caimo, aguaje, carambolo, la canyarama y el arazá.QUÉ LLEVARRopa cómoda preferiblemente de algodón o material impermeable, camisas de manga larga para las visitas a la selva, sombrero o gorra, traje de baño, repelente, medicamentos personales. Morral pequeño. ALGUNOS PASEOS IMPRESCINDIBLES1.DOSEL EN CEIBAS: subir hasta la copa de un árbol a través de cuerdas, arneses, esfuerzo. Se puede incluso pasar una noche allí, a 30 metros, con el Amazonas a los pies. Este plan incluye atravesar en puentes colgantes de una ceiba a la otra y un sendero ecológico donde se ven especies únicas.2. CAMINATAS: las comunidades indígenas han diseñado senderos de interpretación ecológica que resultan en caminatas maravillosas en plena selva con guías capacitados para explicarlo todo. Las hay de baja, media y larga duración. Recomendamos el termino medio para sentir lo que es selva.3. NADAR: otra alternativa es ir a los lagos de Tarapoto, a una hora del parque, donde viven los delfines grises y rosados. Se puede nadar ahí sin peligro alguno.4. OTROS: canotaje nocturno a través del río Amazonas o pequeñas quebradas afluentes del mismo. Visita a las comunidades indígenas cercanas a la zona para ver sus artesanías, departir con ellos y degustar su comida. Vale la pena.VACUNASPor prevención conviene vacunarse contra el tétanos y la fiebre amarilla. Mínimo con 10 días de anticipación al viaje. CÓMO LLEGAR La agencia de viajes Aviatur, una de las empresas privadas que forma parte de la concesión, tiene varios paquetes que suelen resultar la manera más práctica y económica de hacer el viaje: T. (571) 607 1597 o (571) 286 5555; http://www.concesionesparquesnaturales.com/; http://www.aviatur.com/ Aero República (http://www.aerorepublica.com/), aliada de Copa y de Continental Airlines, y por lo tanto miembro del programa de viajero frecuente Onepass, vuela de Bogotá a la ciudad de Leticia, en el Amazonas, por un costo aproximado de 325 dólares, viaje redondo.

PUTUMAYO: - EL ESTRATÉGICO SUR



ACTIVIDAD PETROLERA

Como otras partes de Colombia, el Putumayo se caracteriza por la presencia de una economía centrada en la extracción de sus recursos naturales. Las irracionales explotaciones de quina y de caucho entre los siglos XVIII y comienzos del XX llevaron prácticamente al exterminio de la población indígena, que hoy representa solamente el 7.8% del total poblacional. Junto con la madera, las pieles y la coca, la economía putuma-yense recae enormemente en el petróleo.
A finales de la década del 50, coincidiendo con la creación de la estatal Empresa Colombiana de Petróleos, Ecopetrol, las compañías estadounidenses Texas Petroleum Company y Gulf Oil Com-pany adquirieron mediante concesión los derechos para explotar el crudo durante 30 años en el municipio de Orito y su zona aledaña. En dicho municipio, dependiente en esa época de Puerto Asís, se construiría la segunda refinería petrolera del país, hacia 1963.
Tras del petróleo, llegaron colonos, que se sumaron a otros que habían sido animados desde el Gobierno central, dentro de las políticas emprendidas por la Alianza Para el Progreso. Entre 1965 y 1970 pueblos como Orito, Valle del Guamués-La Hormiga, y San Miguel-La Dorada surgen, con una configuración atípica: son municipios formados a partir de una calle central, sin diseño ni planificación, que giran alrededor de la economía de enclave, que adquieren su autonomía administrativa solamente en los últimos 15 años.
La mayor bonanza petrolera se registra hacia 1969, cuando la producción alcanzó los 80.000 barriles/día, entrando en un proceso de declive cuando la concesión revirtió a Ecopetrol. Para 1995, se obtuvo un rendimiento de 13.000 barriles/día y en 1998 de 11.000/día. De acuerdo con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del sur de la Amazonia, Corpoamazonia, se calcula que este año Ecopetrol obtuvo 11.000 barriles, mientras que empresas privadas como Argosy obtuvieron 5.500 barriles/día.
El Putumayo llegó a producir el 30% del total nacional de petróleo, generando empleo para aproximadamente unas 10.000 personas, la mayoría de ellos colonos de otros lugares del país. "Pero también creó desintegración familiar, social y ambiental y agudizó los problemas de prostitución, pobreza y abandono. Fueron 30 años de regalías destinadas a fines particulares de gente foránea, dejando al pueblo sin energía, servicios públicos, estancando su desarrollo", según el Obispo del Vicariato de Sibundoy.
Cuando la producción petrolera disminuye, el aumento en los precios internacionales del petróleo aparece como redención para regiones como el Putumayo. Sin embargo, ésta coincide con los llamados contratos de asociación, mediante los cuales Ecopetrol cede buena parte de sus rendimientos a compañías multinacionales. Actualmente se desarrollan amplios trabajos de sísmica, exploración y explotación petrolera a cargo de las compañías Cana-dian Occidental Petroleum, Argosy y Alberta Energy Co. (anteriormente City), que tienen su centro de operaciones en los municipios de San Miguel-La Dorada, Valle del Guamués-La Hormiga y Villagarzón. El descubrimiento de los pozos Unicornios y Troyano deja muchas preguntas para los habitantes del departamento; en especial, las comunidades indígenas que habitan esas zonas no han tenido un proceso de discusión y consulta ni han emprendido campañas internacionales como la de los U'wa, en Arauca y Boyacá. Pero, contradictoriamente, ante la crisis de la coca y la guerra contra las drogas que se avecina, el petróleo parece ser la única esperanza económica para esta parte de la selva colombiana.
BIODIVERSIDAD ANDINA Y AMAZÓNICA
El Putumayo posee una de las reservas naturales más importantes del país, ubicada en el Parque Natural de La Paya, en el municipio de Puerto Leguízamo. Allí tienen su hábitat especies como los bufeos o delfines rosados, junto a una exuberante variedad ictiológica, de serpientes y otras especies animales.
Además, el Putumayo posee una variedad en flora en la región que ha sido menos intervenida por el ser humano, destacándose el uso medicinal de las plantas por las comunidades indígenas, que en unos 106 cabildos tratan de preservar la tradición, en especial alrededor del rito religioso del Yagé, planta que pretendió ser patentada en los Estados Unidos y que abrió la polémica sobre la propiedad intelectual de los indígenas sobre ésta y otras variedades de flora. Como lo han afirmado dirigentes indígenas de la región, "cuando hablamos de biodiversidad estamos incluyendo la esencia, el espíritu, y por eso es que nos están tocando muy de fondo la conciencia indígena, el fondo del alma".
Pese a la diversidad de ecosis-temas terrestres y acuáticos que posee el Putumayo, el Estado colombiano no le ha dado un tratamiento adecuado a esta región para su sostenibilidad humana y ambiental. El desarrollo de la región andina, con paisajes montañosos con vocación agrícola y ganadera, en poco o nada se parecen a los de la selva amazónica, que son los más vulnerables.
Su condición de frontera internacional y recientemente de cultivos ilícitos, por un lado, ha hecho que la presencia estatal se centre fundamentalmente en el despliegue de fuerza Armada y, por el otro, que haya sido considerada por muchas décadas como uno más de los "territorios nacionales" o baldíos, que debían ser ocupados por campesinos desplazados por la Violencia bipartidista de los años 50. El Pacto de Chicoral de 1973 determinó dirigir campesinos desplazados internos a la selva, para aliviar la tensión social producida por la alta concentración de las mejores tierras. Esta situación continuó hasta hace pocos años, cuando comenzó un nuevo flujo de colonización, atraída por el cultivo de coca.
El impacto de estas colonizaciones ha sido desastroso para el ecosistema: según Corpoamazonia, se calcula que cada año se deforestan 25.043 hectáreas de bosques de maderas finas, como el amarillo, el cedro, el achapo, el granadillo y el peinemono. Luego de la tala, los colonos queman el suelo para sembrar productos como maíz, plátano, yuca y, cada vez más, la coca. Muchos se dedican a la ganadería extensiva. Lo que predomina en la región no es el latifundio, sino la pequeña propiedad, que cada vez se hace más dependiente de los agroquímicos para su explotación y rentabilidad.
Los recursos hídricos y su potencial hidrológico y energético están seriamente afectados por la deforestación, que tiene un impacto negativo sobre nacimientos de agua, humedales, caños y ríos, reduciendo, entre otras, la capacidad navegable de los ríos. Pero la construcción de vías terrestres también es otra amenaza para la región, a la vez que una oportunidad. Aprovechar la carretera del puente internacional entre Lago Agrio (Ecuador) y San Miguel-La Dorada para atraer el comercio ecuatoriano a Colombia, se considera como un paso para el desarrollo de la región. Las protestas de las comunidades indígenas han sido claras sobre la penetración a sus territorios ancestrales, pero las respuestas no han sido las apropiadas y el proyecto avanza a ritmo acelerado.
Para analistas de la región, es claro que una de las principales causas del problema ecológico del Putumayo tiene que ver con estos y otros factores ligados a la cultura del 92% de sus pobladores, en su mayoría andinos, que no están preparados para enfrentar y comprender la pobreza, fragilidad y poca sostenibilidad de los suelos amazónicos. Pero también con el hecho de que en la región suroccidental, es el Putu-mayo el punto de entrada al ecosistema amazónico y el de más fácil acceso por tierra desde Nariño, Cauca y Huila o por río desde el Caquetá, el Ecuador o el norte del Perú. De igual forma, el acceso por vía aérea ha permitido la extracción de muchas de las riquezas naturales de la zona, sumado esto a la construcción del Oleoducto transandino, que comunica la refinería de Orito con el puerto de Tumaco, en el Océano Pacífico. Aunque no han sido estudiados los impactos de la industria se debe analizar su incidencia en el mantenimiento o destrucción del medio amazónico, al lado del nefasto negocio de producción y comercio de la coca.

CULTURA DE LA COCA Y GUERRA CONTRA LAS DROGAS

Según estudios realizados en el Departamento, "reportes basados en el análisis de información de sensores remotos, señalan un incremento notorio en el área de cultivos de coca en el departamento del Putumayo. Una parte significativa de las nuevas áreas están localizadas en (...) el interfluvio de los ríos Orito y San Miguel". Este incremento ocurre, sin embargo, en un contexto en el que la economía ilegal de la coca pareciera entrar en serio declive.
El cultivo intensivo y comercial de hoja de coca se introdujo en el Putumayo hacia finales de la década del 70, cuando los primeros cultivadores, procedentes del Cauca lo llevaron a Puerto Asís, como parte de la estrategia de los narcotraficantes que buscaban reducir la dependencia de la hoja del Perú y de Bolivia. Los indígenas de la región habían utilizado la coca ancestralmente, con propósitos rituales y tradicionales. Sin embargo, el "narcocultivo" cambiaría la vida de esta parte de Colombia.
En un comienzo, los campesinos colonos sembraban la coca al lado de alimentos; luego se asociaron con los "cocineros", expertos que venían del Caquetá o del Guaviare y sabían procesar químicamente la hoja para obtener el alcaloide. La quiebra de la economía campesina de agricultura tradicional implantada erróneamente en el medio amazónico fue la causa directa de la rápida aceptación del nuevo producto, que contó adicionalmente con la presencia de la guerrilla de las FARC. Estas se encargarían de imponer tributos por hectárea sembrada, fijar precios al kilo de la hoja, la base o el "cristal", convirtiéndose en intermediarios en el mercado de coca y en reguladores de esta economía, que pronto se extendería por los municipios del Medio y Bajo Putumayo.
Las prácticas corruptas de la clase dirigente y política facilitan al propio tiempo la validación social de conductas por fuera de la ley. Se suman a la facilidad en la productividad, el alto margen de rentabilidad, la garantía del mercadeo y el pago inmediato y al contado, la creación de una compleja red de permisividad al cultivo y comercialización de la coca y la cocaína. En ella tienen lugar actores diversos, que se lucran del "negocio": desde los cosechadores ("raspachines"), pasando por los intermediarios ("traquetos"), hasta los grandes "capos" que se enriquecen a costa de la destrucción del tejido social, el ecosistema y cualquier forma de economía lícita.
Aunque las estadísticas son contradictorias, las autoridades de Policía han calculado que hay en Putumayo unas 40.000 hectáreas sembradas de coca. De ellas dependerían alrededor de 13.000 familias, que obtendrían un promedio de US$150.000 dólares al año, de los cuales habría que deducir los pagos por sobornos, "impuestos" y costos de producción (precursores químicos, mano de obra, infraestructura, etc.), quedando unas ganancias netas de aproximadamente US$80.000 dólares. Contrastada esta cifra con el dinero ejecutado en promedio mensual, entre 1995 y 1997 por el gobierno departamental, calculado en US$9.000 dólares, se encuentra que el narcotráfico obtiene cada mes una ganancia similar, de aproximadamente US$8.000.
Sin embargo, ese dinero no se queda en la región. Un dato curioso es la inexistencia de instituciones bancarias en municipios cocaleros, como La Hormiga. Aparte del Banco Agrario -hasta junio Caja Agraria-, que sufre con frecuencia asaltos y robos, no hay bancos. En su lugar, florecen empresas privadas de servicios de "giros", mediante los cuales a cambio de un módico descuento por el "servicio", el nombre y la cédula de identidad, las gentes de la región manejan miles de millones de pesos resultantes de esta economía ilegal, transfiriendo dinero en efectivo a otras ciudades y municipios del país.
La falta de pertenencia de la población al Putumayo se nota en este tipo de transacciones. Además de considerar que sus lugares de origen son "mejores" que el Putumayo y que sólo están allí para aprovechar la ocasión del auge de la coca, para sobrevivir, la gente refuerza valores patriarcales y autoritarios, basados en la violencia, la intolerancia y el abuso de los derechos de los demás. La producción agropecuaria disminuyó considerablemente. En Puerto Asís, por ejemplo, se consideraba que en 1997 la producción de maíz decreció en un 95%.
El individualismo va acompañado del alto consumo de alcohol, de la prostitución, y los asesinatos como forma de resolver las diferencias. En pueblos como Puerto Caicedo, donde no existe ni estación de Policía ni base militar, las personas pueden dejar sus pertenencias en cualquier lugar, porque no serán robadas; el robo se castiga con la muerte, así como las infidelidades con heridas a bala, a machete o el asesinato.

La guerra antinarcóticos
Después de un largo período de tolerancia e indiferencia, el gobierno colombiano, siguiendo los lineamientos de la política estadounidense, decidió emprender una acción agresiva de erradicación de cultivos. Los programas de sustitución habían fracasado desde el momento en que los diagnósticos contratados a "expertos" trasladaron inconsultamente las experiencias de la región andina a la amazónica y los cultivos no tuvieron rentabilidad, ni mercados, ni seguimiento, dando por resultado el descrédito del Programa de las Naciones Unidas para la Interdicción de la Droga (UNDCP), más conocido como "Plante".
Durante el gobierno del liberal Ernesto Samper se emprendieron fumigaciones y operaciones militares y policiales encaminadas a la erradicación de los cultivos. En consecuencia, los campesinos cocaleros de cuatro departamentos, entre ellos el Putumayo, se levantaron en una protesta, impulsada y forzada en muchos casos por la guerrilla de las FARC. Los enfrentamientos fueron considerables e incluyeron el incendio de una cisterna de combustible en la estación de Ecopetrol en La Hormiga y el posterior asesinato, desaparición y desplazamiento forzado de los dirigentes. El "Acta de Orito", en la que se plasman las demandas más importantes de la población putumayense ligada directa e indirectamente al comercio y cultivo de la coca, abordó aspectos atinentes a las causas sociales, económicas y políticas que llevaron a la gente a dedicarse a esta actividad ilegal y planteó a las autoridades un reto para tratar de resolver los problemas de abandono institucional del Estado en el sur del país.
Tras este enfrentamiento, vino una aparente calma. Que ahora, nuevamente se revela frágil, con la creación del Batallón Antinarcóticos del Ejército Nacional, como medida definida por el gobierno del conservador Andrés Pastrana para aunar los esfuerzos de la Policía Nacional. En realidad, este Batallón viene a reforzar la tendencia de los últimos años, en que la respuesta estatal se ha ido volcando con mayor énfasis a la acción militar, dejando de lado las perspectivas sociales o políticas de mayor envergadura.
En el Putumayo se conjugan de manera clara los objetivos estratégicos definidos por el Plan Colombia: llevar a cabo una campaña militar sin precedentes, con la colaboración del Gobierno de los Estados Unidos, que dé por resultado, de un lado, la erradicación del 50% de los cultivos de coca en seis años y, del otro, una lucha contrainsurgente que debilite a las FARC en su capacidad de beneficiarse del negocio, a la vez que le corte sus rutas de acceso al Pacífico.
En una región donde los abusos son la norma, los excesos policiales o militares no se denuncian, porque impera la ley del más fuerte. No se tiene certeza de que la presencia de más militares y cuerpos armados del Estado vayan en realidad a resolver el asunto de las drogas. Lo que sí queda establecido es que los Estados Unidos, mediante el apoyo a este tipo de iniciativas, se expondría a violar la Enmienda Leahy, que impide a Washington proporcionar ayuda militar a países en donde se cometen graves violaciones de los derechos humanos. Y el Putumayo es uno de los ejemplos más tristes al respecto.

CONFLICTO ARMADO INTERNO

En el departamento del Putumayo confluyen todos los actores comprometidos actualmente con la escalada del conflicto armado interno: de un lado, la presencia del denominado Bloque Sur de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, cuyo Comandante, Joaquín Gómez, aparece como uno de los voceros oficiales en los diálogos con el Gobierno Pastrana, y que representaría a los Frentes 32, 13 y 48, responsables de buena parte de las derrotas militares sucedidas entre 1997 y 1998.
De otro lado, se encuentra en el Putumayo una de las concentraciones más altas de tropas oficiales gubernamentales. Tras la decisión en 1997 de crear la Brigada XXIV, "Kofanes", con sede en Mocoa, y la creación de una Fuerza Especial contrainsurgente, en 1998, compuesta por unos 5.000 hombres provenientes de la Fuerza Aérea, el Ejército y la Fuerza Naval, las autoridades castrenses esperaban hacer frente a la prevención de ataques como el ocurrido en el puesto militar de Las Delicias, en donde fueron asesinados y tomados cautivos por las FARC más de 70 militares, éstos últimos entregados posteriormente en 1997 en el departamento del Caquetá. Cerca de Las Delicias funcionará, en Tres Esquinas (Caquetá), el nuevo Batallón Antinarcóticos del Ejército.
Las fuerzas especiales se hallan dispersas por todo el Departamento. La Brigada Naval de Puerto Leguízamo, a más de representar una ciudadela aparte de la población donde está ubicada, posee más de 2.500 hombres, que recorren los ríos Putumayo y Caquetá y se coordinan con las Bases militares de las Brigadas XII (Florencia, Caquetá) y XXIV (Mocoa, Putumayo). Allí opera, según fuentes que hacen seguimiento de la política norteamericana, una unidad militar de los Estados Unidos para el entrenamiento de pequeños grupos de "marines" colombianos. A escasos minutos de Puerto Le-guízamo se halla la Base militar de La Tagua, lugar donde funcionó una colonia penal en la década de los 60 para castigar a los bandoleros de La Violencia. Además de ellos, se encuentra en Villagarzón uno de los dispositivos de la Policía Antinarcóticos más grande del país, el cual, sin embargo, fue considerado por la actual administración Pastrana como insuficiente para contrarrestar la producción y tráfico de drogas.
Los paramilitares en la región han tenido presencia en dos momentos distintos. A finales de la década del 80, la guerra anti-subversiva del "Cartel" de Mede-llín se trasladó al Putumayo, con masacres cometidas por hombres del extinto jefe narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, "El Mexicano", con entrenamiento del israelita Yair Klein. Desde la base de "El Azul", en el río San Miguel, estos para-militares conocidos como "masetos" se enfrentaron a las FARC y sus supuestos o reales simpatizantes y militantes.
Esta fase culminó con el ataque conjunto de los tres Frentes de las FARC a la base paramilitar; los pocos "masetos" que sobrevivieron se trasladaron a Puerto Asís, donde se vengaron de la población civil que ellos consideraban adepta a la guerrilla izquierdista.
Luego de un receso de algunos años, la violencia paramilitar revivió a comienzos de 1998, cuando las Autodefensas dirigidas por Carlos Castaño anunciaron que iban a "limpiar" el departamento. Tras la muerte violenta de más de 60 personas entre diciembre de 1997 y enero de 1998 las organizaciones de la sociedad civil y las autoridades municipales demandaron la intervención del Gobierno central. Castaño dice tener un Frente compuesto por 73 hombres que actúan en Putumayo y el Ecuador. Entre octubre y noviembre de 1999, los paramilitares siguen actuando con total impunidad en el sector urbano de Puerto Asís y en las zonas rurales de los municipios petroleros, causando terror en la población.
Con este panorama, la presencia del Batallón antinarcóticos y los antecedentes violentos en la zona, todo indica una profundización de las hostilidades y un mayor sufrimiento para la población civil del Putumayo.

sábado, 24 de mayo de 2008

PRINCIPALES ATRACTIVOS DEL PUTUMAYO



PRINCIPALES SITIOS TURISTICOS

- Páramo de Bordoncillo – Limite Nariño – Putumayo
- Aguas Termales – Colon
- Reserva Natural la rejoya – colon
- Cerro Churumbelo – Mocoa
- Rio Mandiyaco – Limite Putumayo – Cauca
- Zona Arqueológica del rio Vides – Villapinzon
- Parque Natural Nacional La Paya – Puerto Leguizamon
- Reserva Forestal del Titanga – San Francisco
- Junquillo – Reserva Indígena – Mocoa
- El salto del Horno yaco – Mocoa
- Sendero de Mocoa al Río Afan – Mocoa
- Caverna de San Carlos – Mocoa
- Orito: es uno de los sitios turísticos mas atractivos de todo el departamento debido a la gran cantidad de agua que lo rodea en todas sus extremidades las cuales permite que el ser humano interactué con la misma naturaleza. El agua proporciona a este municipio la belleza de sus paisajes que cualquier turista desea visita, sus agua contrastan con el verde intenso de sus montañas y con el azul inmenso del cielo que refleja la gran intensidad de su temperatura.


INFORMACION GENERAL

- Posee una superficie de 24.885 Km2
- Habitantes del Dpto.: 166.679
- Año de creación: 1991
- Gentilicio: Putumayense
- Números de municipios: 10
- Capital: Mocoa
- Población urbana: 48%
- Principales municipios: Leguizamo, Villapinzon, y orito.

El departamento cuenta con:

El Parque Natural La Paya; con atractivos paisajes y gran diversidad en flora y Fauna; igualmente se encuentran diversidad etno-cultural, que permite actividades de conservación ecológica, manejo de escenarios naturales, atractivos para el turismo ecológico, científico deportivo, recreativo y social, celebra anualmente festividades propias de los grupos indígenas.

EL DEPARTAMENTO DEL PUTUMAYO... PAISAJES MEMORABLES







La llanura se caracteriza por las altas temperaturas superiores a los 27º C. Las actividades económicas de mayor importancia son la agricultura, la ganadería y la minería. Se destacan los cultivos de maíz, plátano, yuca, piña, chontaduro fruto y palmito, caña de azúcar y en menor escala arroz, ñame, hortalizas y fríjol. La ganadería presenta grandes excedentes lácteos principalmente en el Valle de Sibundoy.

Se han descubierto yacimientos de petróleo en el municipio de Orito, considerados entre los más grandes del mundo. Existen yacimientos de oro de veta y aluvión en las formaciones geológicas del denominado Macizo Colombiano, especialmente en la cordillera Centro – Oriental; actualmente se explota en los ríos Curiyo y Cascabel, afluentes del Caquetá, e incluso en este mismo; también se extrae en el río San Pedro, afluente del Putumayo en el Valle de Sibundoy. Se encuentra gran variedad de maderas para la construcción, plantas medicinales, oleaginosas, fibrosas, resinosas como caucho, balatae, incienso. Los caseríos y pequeños poblados están situados a orillas de los ríos que son utilizados como principales vías de comunicación. Cuenta con dos puertos fluviales de importancia, uno en Puerto Asís; el otro en Puerto Leguízamo.

El Departamento cuenta con una carretera que une a Puerto Asís y Mocoa con el interior del país; otro pequeño tramo de carretera aparece en plena selva entre Taquín y Puerto Leguízamo, que une los ríos Caquetá y Putumayo; existen 4 aeropuertos:en Puerto Asís, Orito, Puerto Leguízamo y Villagarzón.
El Departamento cuenta con el parque nacional natural la Paya; con atractivos paisajes y gran diversidad en flora y fauna; igualmente se encuentran diversidad etno- cultural, que permite actividades de conservación ecológica, manejo de escenarios naturales, atractivos para el turismo ecológico, científico, deportivo, recreativo y social. Celebra anualmente festividades propias de los grupos indígenas.